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Mesa redonda: La responsabilidad del empresario en la educación del país

“La educación es el principal generador de equidad, desarrollo y bienestar, por lo tanto, es obligación de todos pensar en ella”.

Hace algunos días se realizó la mesa redonda “La responsabilidad social del empresario en la educación”, en el marco de la ceremonia de entrega del Premio IPAE a la Empresa, en Educación y Cultura, donde también participó como organizador el diario Gestión.

Participaron en la mesa Gonzalo Galdós, vicepresidente académico de Latinoamérica de Laureate International Universities y presidente Ejecutivo de Futura Schools; Ramón Barúa, director ejecutivo de Intercorp Perú y gerente general de Innova Schools, y Óscar Espinosa, presidente ejecutivo de Ferreycorp, debatieron sobre cómo se puede fortalecer la presencia del empresario privado en la educación pública.

Los tres ponentes coincidieron en la responsabilidad social que tiene el empresario. “Contribuir al desarrollo de la sociedad es una tarea indelegable. El empresario no puede ser una isla en un mar de frustración y atraso”, sostiene Espinosa. En ese sentido, debe ser consciente de que una buena reputación es un buen negocio. Y qué mejor reputación que contribuir con la comunidad. “La responsabilidad social del empresario no es filantropía ni reemplazar al Estado, es apoyar al desarrollo de la comunidad en la que vive, sostuvo Espinosa.

Por otro lado, Barúa agregó que si “nosotros buscamos la perdurabilidad de la empresa en el tiempo, esta debe contemplar todos los puntos mencionados antes”. En esa línea, postula que la nueva doctrina para las empresas en los próximos años será cooperar con los accionistas, colaboradores y clientes, pero sobre todo con la sociedad. “Solo las empresas que lo internalicen y lo apliquen, sobrevivirán”, afirma.

Contribuyendo al desarrollo nacional. Evidentemente, la educación es el principal generador de equidad, desarrollo y bienestar, por lo tanto, es obligación de todos pensar en ella. “Los empresarios necesitamos de una población mejor educada ya que así toma mejores decisiones, es más competitiva y da la oportunidad a las empresas de prosperar”, señala Espinosa. Pero además del interés del empresario por tener a consumidores educados –que puede ser un interés egoísta–, existe la necesidad de contar con una sociedad justa y equitativa. El empresario tiene que ser un actor importante en ese proceso, afirma. “Para eso debemos realizar acciones con ética e integridad, gobierno corporativo y transparencia”.

Con información de diario Gestión.