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Registro de iniciativas pedagógicas: cuentacuentos, una iniciativa para estimular la creatividad

Para la profesora Mónica Taype Sánchez la mejor forma de desarrollar la expresión y comprensión oral de sus niños y niñas de la institución educativa inicial 189 Rosa de Santa María de la UGEL Aymaraes, en Apurímac, ha sido mediante la creación y narración de cuentos que les ha permitido desenvolverse con seguridad en cualquier situación con apoyo de su familia.

A esta dinámica la ha denominado Escucho, imagino y continúo creando el cuento de manera remota, una iniciativa que se realiza como complemento al Aprendo en casa y que ha sido inscrita en el Registro de Iniciativas Pedagógicas del Fondo Nacional de Desarrollo de la Educación Peruana (FONDEP). Esta surge luego que la maestra identificara que el 50% de sus estudiantes tenían dificultades para expresarse.

Ante esta necesidad, surge la idea de realizar videos y audios para que los niños y niñas presenten diferentes actividades diarias, desde un saludo hasta adivinanzas, trabalenguas, hechos fantasiosos expresados en canciones, y cuentacuentos, siendo el más usado este último que permite apelar al mundo imaginario de los pequeños.

“Yo iniciaba enviando un audio al grupo de WhatsApp del aula de 4 años. Este podía ser un extracto de un cuento cualquiera. La idea era que los pequeños, con apoyo de sus padres, luego de escuchar puedan seguir con la historia conectando ideas, utilizando su creatividad e imaginación”, cuenta la maestra.

Al finalizar enviaban sus audios al WhatsApp y ella los unía, logrando armar un nuevo cuento que fue transcrito en un libro, acompañados de imágenes. Además, esta narración fue grabada en video por la docente y enviada a sus estudiantes. Una buena experiencia fue que esta producción fue utilizada por una docente del Cusco, quien junto a sus niños compartieron un video de felicitación, motivándola a continuar produciendo.

Para la maestra, el cuentacuentos ha logrado conectar a los estudiantes con sus familias. Ahora son los padres los que comentan que sus hijos en casa les dicen, ¡te cuento una historia!, y comienzan a contarles. Esto resulta muy satisfactorio ya que es un indicio de que en los hogares se ofrecen oportunidades de desarrollo de la expresión oral en los niños y niñas.

“Al inicio fue difícil porque los padres no estaban de acuerdo en la metodología, pero los fui sensibilizando y poco a poco entendieron el objetivo. La coyuntura actual ha permitido que se den cuenta que el trabajo en inicial no es enseñarles a escribir y leer, sino fomentar la autonomía y seguridad en sí mismos”, finalizó.

Puedes acceder a la ficha de la iniciativa aquí.