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“Hay necesidad de identificar innovaciones educativas para que escalen a política pública”

El pasado 29 de abril se realizó la presentación del libro Recomendaciones de política para la innovación educativa, que propone una ruta con responsabilidades en los tres niveles de gobierno para el diseño e implementación de estrategias para la mejora de los aprendizajes desde este campo. Este estudio con propuestas ha sido elaborado por el Fondo Nacional de Desarrollo de la Educación Peruana (FONDEP) y recoge doce experiencias educativas de diferentes partes del país, que fueron sistematizadas y analizadas, y que han inspirado un conjunto de medidas para el fortalecimiento de la innovación educativa.

El evento de presentación contó con la participación de Nadja Juárez Abad, gerenta ejecutiva (e) del FONDEP y también responsable de la Unidad de Gestión de Evidencias y Conocimiento, y de Alain Santandreu, consultor internacional; ambos fueron parte del equipo técnico que diseñó la publicación.

Santandreu sostuvo que sí fue posible hacer una sistematización de sistematizaciones a partir del análisis y estudio de estas experiencias. “No es novedoso decir que la innovación educativa es una necesidad en el país, pero sí la necesidad de identificar innovaciones, y de que estas puedan escalar políticas públicas, sí representan un desafío. No todo proyecto que constituye un cambio es en sí una innovación, y no todo proyecto de cambio sin apoyo puede ser sostenible. Estas experiencias innovadoras devinieron en innovaciones, y su proyección en términos de política pública es lo que trata esta presentación, en mostrar cómo se puede aprender de estas experiencias desde sus propias lógicas, qué se recoge de ellas para que sean tomadas en cuesta para la política pública”, indicó el consultor.

También dijo que en esta sistematización se tuvo bastante en cuenta el contexto local de cada experiencia, de la mano de los mismos docentes y directores, con los padres y madres de familia, y estudiantes, y a partir de estas revisiones, y se tomó una pauta de orientación con catorce factores determinantes, que ayudaron a identificar esas causas que ayudaban a la escalabilidad y la sostenibilidad de la experiencia. “Una experiencia puede ser innovadora en la medida que conjugue un grupo de estos catorces factores”, indicó.

Por su parte, Nadja Juárez sostuvo que ha sido una tendencia en los hallazgos de este estudio que las escuelas innovadoras son aquellas que buscaban nuevas formas de aprendizaje en una movilización que incluye el contexto local, a la comunidad, en espacios que van más allá del aula tradicional. “El referente central está en los saberes ancestrales, en la voz de la comunidad, esto en zonas rurales, y en zonas urbanas, hay más referentes tecnológicos, por ejemplo, pero en ambas el papel docente cumple un rol importante. Estas experiencias nos hablan de que pueden ser efímeras (poco apoyo externo y fugaz y pocos recursos), limitadas (poco apoyo pero con recursos de su implementación), sostenibles (con apoyo y pocos recursos ) y escalables (con apoyo y con recursos). No se trata de que el impulso promotor de estas experiencias se mantenga para la continuidad, sino que se establezca una cultura de la innovación, de eso se trata”, indicó Juárez Abad.

En la mesa de comentaristas, estuvieron Magaly Robalino, representante de UNESCO en el Perú, y Jorge Jaime, consejero del Consejo Nacional de Educación. Robalino indicó que este libro da cuenta de un esfuerzo metodológico y teórico del FONDEP para elaborar propuestas de política educativa desde la evidencia, y que muestra también un recorrido de aprendizaje de la misma institución, y es una síntesis, donde se ve su contribución desde la participación de las escuelas. “Lo que importa mencionar es el valor de la evidencia, ya que no se elabora una política desde opiniones, sino desde la sistematización y la investigación. Hay responsabilidades compartidas para el fortalecimiento de las escuelas y los docentes, y reside en la reflexión sobre la práctica docente, y ese mirar así mismo también se traduce en el interés en el otro, y en fundamental que los docentes y comunidades trabajen juntos para la construcción del sentido educativo”.

Jorge Jaime indicó que la construcción de una política pública desde abajo es lo que propone este estudio, y que se basa en evidencias. “Sin duda, la gestión pública del mundo se basa en evidencias y el FONDEP está alineado a este proceso. Y estas recomendaciones están basadas en el rol de los actores, con los docentes”. Sostuvo que “si queremos innovación debe haber una apuesta por lo escalable, ya que queremos que llegue a toda una región o a varias, donde la escuela sea el centro del sistema educativo”.

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