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CADE 2011 y las responsabilidades compartidas

Probablemente, el principal logro de la última Conferencia de Empresarios de este año, CADE 2011, ha sido la exposición que el sector privado y el Gobierno han hecho de sus principales urgencias, necesidades y aspiraciones. Resulta problemático, sin embargo, que no se haya incluido en el debate la coyuntural crisis que está enfrentando a la población de Cajamarca con la minería.

La reunión que organiza IPAE se prepara con un año de anticipación. No obstante, como sostiene hoy nuestra sección de Economía, la CADE pudo ser una oportunidad para juntar en la mesa de diálogo a las partes involucradas, a las autoridades regionales, a los grupos antimineros y Yanacocha, o por lo menos poner el tema en debate. De allí que no llame la atención que el tema ambiental sea uno de los asuntos no prioritarios para los empresarios, pese a los recientes conflictos que han tenido a la minería como protagonista.

Según revela la encuesta que este año hizo Ipsos Apoyo S.A. en la cita del Cusco, el 37% de los empresarios sostiene que el Gobierno maneja muy mal los conflictos sociales e incluso el 43% lo calificó de malo. La situación de Cajamarca explica estos resultados. Sin embargo, la pregunta es cuánto aporta el sector privado a la solución de estos problemas que, como todo indica, se repetirán de manera cíclica mientras el Estado y el resto de actores sociales no vayan al fondo del asunto. Por lo pronto, en la CADE ni siquiera se trató el Caso Conga.

Con respecto a la agenda de la conferencia anual –la innovación– resulta igual de preocupante que el 19% de los empresarios asistentes declare que dedica apenas el 1% de sus ingresos a innovación y desarrollo (I&D). Si sumamos ese volumen a los que confesaron que no invierten nada en ese rubro (14%) y los que dijeron desconocer si lo hacen (14%), a casi la mitad de los encuestados tampoco les interesa mucho este tema.

Estos porcentajes son lamentables. Si bien en una situación de crisis económica lo primero que las organizaciones deben sacrificar es precisamente la I&D, la inversión en el rubro de la innovación debería ser mayor en un contexto como el que viven el país y su economía.

Como ha expresado el ministro de Economía, Luis Miguel Castilla, subsiste un alto grado de desconfianza y lo que se necesita es elevar el capital social. Hay un crecimiento económico sostenido, pero la dependencia del precio de las materias primas hace al Perú vulnerable a los vaivenes externos. Por ello, se requiere avanzar e invertir en la innovación tanto como trabajar codo a codo a favor de la reducción de las brechas sociales.

El país espera que el Gobierno cumpla su agenda de competitividad, que incluye la reducción de la pobreza al 10% en los siguientes diez años, impulsar las inversiones públicas y privadas, promover la igualdad de oportunidades y hacer que el aumento de recursos en los gobiernos regionales tenga un correlato en la atención a los principales problemas de cada jurisdicción. Igualmente, aguarda por que todas las fuerzas vivas –el Estado, el empresariado, la academia y diversas organizaciones de la sociedad civil– se involucren más en elevar el grado de bienestar social de los peruanos.

Fuente El Comercio http://elcomercio.pe/impresa/notas/cade-2011-responsabilidades-compartidas/20111205/1343587